Ricardo Blanco Asenjo

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El capitán medrana

ULTRA-TUMBA

SIN FONDO

Penumbra.-Prólogo

LA NAVE

PENUMBRA.—SOLEDAD

ESTATUA DE SAL

EL CIPRÉS Y EL SAUCE

PENUMBRA

PENUMBRA.-PROMETEO

LA CLAVELLINA AZUL (CANTO I)

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Ricardo Blanco Asenjo (provincia de Burgos, 1847-Madrid, 3 de marzo de 1897), poeta, escritor, periodista, crítico literario y traductor.

Hijo de Bonifacio Blanco uno de los profesores más eminentes del Hospital General de Madrid. Se formó entre los jóvenes de la Revolución de 1868, dentro de la estética del Posromanticismo, y fue condiscípulo del crítico Manuel de la Revilla, con quien dio sus primeros pasos periodísticos al fundar ambos junto a Andrés Mellado El Amigo del Pueblo (1868); luego se fundieron este periódico y La Igualdad bajo el nombre del segundo.

Amigo de Vicente Moreno de la Tejera con el que coincidió a lo largo de su vida en distintas publicaciones. Cómo el propio Vicente comenta en su novela Huérfana y mártir:

Don Bonifacio Blanco, hace algún tiempo arrebatado á la ciencia, fué uno de los profesores más eminentes del Hospital General. La respetuosa amistad que me unió con el Sr. Blanco, y la más íntima y cariñosa que me une con su hijo, el distinguido escritor don Ricardo Blanco Asenjo, me autorizan á dar este público testimonio de respeto á la memoria del uno y de cariño al otro.”

En el año 1879 Vicente y Ricardo coinciden en El Liceo semanario Hispano-Americano, Vicente como articulista y Ricardo ejerciendo la crítica dramática. También publican por esas fechas en El Liceo, amigos comunes como José M. Matheu y Ángel R. Chaves.

Ricardo fue redactor durante algunos años en La Iberia, y colaboró en La Ilustración Española y Americana, en Revista Hispano-Americana, en La Crítica, en Revista de la Universidad de Madrid, en Blanco y Negro, en La Gran Vía, en La Lidia y especialmente en El Imparcial, en cuya redacción conoció a Sofía Casanova, cuyas primeras Poesías (Madrid: A. J. Alaria, 1885) prologó. Escribió un único y excelente libro de lírica, Penumbra (1881), que, aun dentro de la corriente de Gaspar Núñez de Arce, destaca por su personalidad y elocuencia. El libro, muy pesimista, posee tres partes de distinto carácter y signo: «Sombras», «Albores» y «Saudades». Lo precede un extenso ensayo de Poética del propio autor; para él es un mester serio y trascendente, que no admite frivolidad alguna ni el mero virtuosismo versificador:

Vivimos en un siglo de duda y de negación, y yo, como hijo de él, sometido me hallo a su influencia… Yo me hallo más cerca de la negación que de la duda: la negación es una afirmación antitética, y así me explico que a fuerza de negar se pueda llegar a sólidas afirmaciones, a que jamás se llegaría por el camino vacilante de la duda.

Expresa su descreimiento y angustia existencial, la insuficiencia del lenguaje, su hondo pesimismo, su desengaño. Su poesía más popular fue las décimas de «Prometeo», en que el titán expresa el deseo y la impotencia humanas, que fue traducida al alemán. Sus versos amorosos se encuentran lejanos de todo sentimentalismo y son dramáticos, duros, desengañados y lejanos a todo halago; es un antibecqueriano. Colaboró, entre otras muchas publicaciones, sobre todo en Los Lunes de El Imparcial. Conocía bien el portugués y tradujo, de Alejandro Herculano, Arras por fuero de España: La dama de pie de cabra (Madrid: Imp. Est. y Galv. de Aribau y Cía., 1874, reimpresa como Arras por fuero de España; La dama del pie de cabra: leyendas y narraciones, Madrid: [s.n.], 1883, y otra vez con el título Leyendas y narraciones de Alejandro Herculano (Madrid: Perlado Páez, 1910). Como crítico literario era independiente, y fue importante para el desarrollo del Naturalismo en España su distinción entre un Naturalismo realista y un Naturalismo humanista. Su intento dramático La verja cerrada, leyenda dramática en verso ambientada en el Burgos del siglo XIV, estrenada en el Teatro Español el jueves 23 de enero de 1890, le produjo una honda decepción, a pesar de su éxito y el repetido aplauso del público; la crítica de Manuel Cañete en La Ilustración Española y Americana y otros encarecían su gran valor poético, pero su falta de adecuación al gusto moderno a causa de ajustarse a la «monomanía romántica».

Ricardo Blanco murió, aquejado de un súbito acceso de locura, como el mismo Revilla, aunque muchos años más tarde, a las tres semanas de haber ingresado en el Manicomio de Carabanchel, el 3 de marzo de 1897. En su testamento, otorgado el 19 de abril de 1894, dispuso que el Museo del Prado eligiese en su casa, a su muerte, «entre los cuadros y grabados que hay en ella, cuanto de valor artístico considere». Además de pinturas, legó al Museo una colección de ciento sesenta y nueve estampas con motivos decorativos, tipos y trajes, retratos, caricaturas y otros asuntos; tres de ellas pertenecían a la obra Cuadros selectos de la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando. Se incluían asimismo en el legado varias entregas de la Iconoteca Española y un ejemplar de Le Antichità di Ercolano Esposte.

Obras

  • La verja cerrada, Madrid, Impr. de J. Rodriguez, 1890.

  • Cuentos y novelasMadrid [s.n.] 1882

  • La tela de araña Madrid: La España Literaria 1874

  • La verja cerrada: leyenda dramática en tres actos, y en verso, Madrid: Eduardo Hidalgo Administración Lírico-Dramática, 1890.

  • Para vencer a amor querer vencerle: comedia en un acto, original y en verso Madrid: Impr. de F. Nozal, 1893.

  • Pared por medio: poema, leído con extraordinario éxito en el Ateneo de Madrid, la noche del 22 de mayo de 1879, Madrid: Imprenta de M.G. Hernández, 1879

  • Penumbra: poesías y poemas: Madrid: F. Cao y D. de Val, 1881

  • Con Francisco Pi y Arsuaga, Echegaray, Sellés y Cano: ligero examen crítico de su teatro, Madrid: A. Alonso, 1884.

  • Cervantes y Shakespeare (23 de abril de 1616), 1880.

  • «Hamlet y Segismundo: ensayo crítico sobre Shakespeare y Calderón», en Revista de la Universidad de Madrid III, 3, 10 de noviembre de 1870.

  • «Teatro portugués del siglo XVI» en Rev. Esp., 1871, t. XXIII).

  • «Del realismo y del idealismo en la literatura», en Revista de la Universidad de Madrid, IV, (1874).

(Fuentes: Wikipedia y archivo propio)